La seguridad alimentaria es algo que cada vez ha ido preocupando más a la sociedad actual. Tras el trascurso del tiempo, ha aumentado el interés entre las personas de cuidar lo que comemos y prestar atención a los componentes de los productos que consumimos. Aun así, existe todavía un gran desconocimiento de los efectos que producen ciertos aditivos alimentarios que adquirimos de manera frecuente en nuestro día a día.
¿Qué son los aditivos alimentarios?
Los aditivos alimentarios son agregados a alimentos y bebidas para modificar su olor, color, sabor o textura; también se utilizan para facilitar el proceso de conservación de estos alimentos.
Existen muchos tipos de aditivos: conservantes, colorantes, edulcorantes, antioxidantes, etc. Algunos de ellos enmascaran la verdadera naturaleza de un producto.
¿Cuántas veces hemos ido al supermercado y hemos comprado una mermelada de fresa con un color rojo que hace que resulte ser especialmente atractiva? Con sólo verla, ya podemos imaginar el increíble sabor a fresa en nuestro paladar.
Esta es una de las misiones del aditivo, hacer que el color se intensifique y llame la atención del consumidor.
Si realizamos una mermelada casera, probablemente el color sea casi marrón; no resultará tan atractiva a nuestra vista, pero nuestra salud nos lo agradecerá.
Desde la antigüedad ya se recurría al uso de aditivos para conservar los alimentos.
Los romanos realizaban una salmuera para conservar la carne más tiempo y que no perdiera su color rojizo; por otro lado, los egipcios usaban colorantes y aromas para ciertos alimentos.
Es cierto que el uso de algunos aditivos resulta ser favorable en lo referente a la prolongación de caducidad de ciertos productos, no obstante, existen algunos de ellos que debemos evitar consumir para prevenir posibles daños a nuestra salud.
¿Qué aditivos alimentarios debemos eliminar de nuestra dieta?
La utilización de aditivos en España está estrictamente regulada. El comité que se encarga de esta regulación en Europa es el Comité Científico para la Alimentación Humana de la UE.
Esta organización determina el nivel dietético máximo de un aditivo para que no produzca efectos tóxicos; además, se ocupa de la ingesta diaria admisible de cada aditivo.
A pesar de que contamos con este control regulador para evitar que se produzcan efectos tóxicos, existen algunos aditivos que debemos evitar consumir e incluso eliminar de nuestra dieta por completo.
A continuación, te dejo una lista de aquellos que resultan tener un efecto más dañino contra la salud:
1. Endulzantes artificiales
Aspartamo (E-951): Se encuentra en productos que dicen no contener azúcar.
Acesulfamo-K (E-950): Se encuentra sobre todo en productos de repostería.
- Ciclamato (E-952): Se utiliza en chicles, bollería y zumos de fruta.
2. Jarabe de maíz alto en fructosa
Se encuentra en toda la comida procesada.
3. Glutamato Monosódico
Sirve para potenciar el sabor. Suele encontrarse en snacks, galletas, comidas congeladas, etc.
4. Grasas trans
Es una de las sustancias más peligrosa que se puede consumir. Su ingesta excesiva puede provocar enfermedades de corazón. Suele encontrarse en comidas rápidas, fritos y margarina.
5. Colorantes
Debemos evitar productos que contengan colorantes artificiales. Suelen estar presentes en helados, dulces, bebidas carbonatadas e incluso en bebidas deportivas.
En muchas ocasiones, los deportistas solemos consumir algún isotónico durante el ejercicio.
Muchas de estas bebidas que nos ofrecen algunas superficies contienen colorantes y una gran cantidad de azúcares, algo bastante perjudicial para nuestra salud.
6. Sulfito sódico
Suele encontrarse en vinos y frutos secos.
7. Nitrato sódico
Suele emplearse como colorante, conservante y para aumentar el sabor en algunos alimentos.
8. BHA y BHT (E-320)
Su función es la de evitar que los alimentos cambien de color, sabor o se deterioren.
9. Dióxido sulfúrico
Destruye la vitamina B1 y E.
10. Bromato de Potasio
Sirve para incrementar el volumen en panes. Se desaconseja totalmente su consumo incluso en pequeñas cantidades.
11. Propil Paraben (E-216)
Es usado como conservante en magdalenas y otros alimentos.
12. Cloruro de sodio
Se refiere a lo que comúnmente llamamos sal. Su uso excesivo provoca problemas de tensión alta y de corazón.
Como podemos observar, se trata de una larga lista de la que aconsejamos evitar lo máximo posible su ingesta. Una opción sería eliminar de nuestra dieta aquellos alimentos que contengan estos aditivos alimentarios, o bien, sustituir esos alimentos o productos por otros que nos aseguren ser mucho más saludables.
Por ejemplo, podemos dejar de consumir zumos embotellados que compramos en supermercados y que contienen una gran cantidad de colorantes y edulcorantes, y optar por elaborarlos en casa con frutas naturales de temporada.
¿Dónde podemos detectar los aditivos que contiene un producto?
Cuando vamos a un supermercado y elegimos un producto, podemos identificar los aditivos en la lista de ingredientes. Éstos aparecen especificados de dos formas:
Precedidos de la letra E, lo cual indica que han sido analizados y autorizados por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).
También puede figurar por su nombre químico.
Por ejemplo, el Propil Paraben puede aparecer con este nombre o como E-216.
Como conclusión, hemos podido observar que el uso de algunos aditivos alimentarios resulta ser beneficioso para prolongar el tiempo de duración de muchos productos.
Si no contásemos con estos aditivos, el período de consumo de algunos alimentos se reduciría a menos de la mitad del tiempo que nos suelen durar hoy día.
A pesar de ello, existen muchos otros que desaconsejamos su ingesta, al menos de manera frecuente.
Consejos para evitar la ingesta de aditivos nocivos para la salud
Cada vez que vayas a un supermercado, no olvides revisar los ingredientes. Hazte una lista con aquellos aditivos más perjudiciales y evita consumir productos que los contengan.
No adquieras alimentos procesados, congelados y precocinados. Todos estos alimentos contienen una gran cantidad de aditivos muy perjudiciales para nuestra salud.
Usa aditivos naturales.
Di adiós a la comida rápida. En ocasiones, el trabajo, estudios, deporte y otras tareas nos dificultan poder cocinar nuestros propios platos caseros. Recurrimos a lo que conocemos como “comida basura” por falta de tiempo. Hazte un planning de lo que comerás toda la semana, así tendrás claro qué alimentos comprar en el súper y te distribuirás mejor el tiempo que debes dedicar a la cocina. En la red seguro que encontrarás una gran cantidad de platos saludables y rápidos de preparar.
Opta por un mayor consumo de alimentos frescos y naturales. Saca al “cocinillas” que llevas dentro e innova creando nuevas recetas saludables con tus ingredientes preferidos.
Espero haberte ayudado con estos consejos. No olvides que la alimentación es una de las bases más importantes para cualquier deportista.
Nuestros artículos están redactados con fines educativos e informativos, jamás deberán tomarse como una consulta médica. Si fuera necesario, en su lugar visite a su médico o a un profesional antes de comenzar a utilizar suplementos o hacer cambios en su dieta.
Escrito por Carmen Benítez