Puede que ya te hayas acostumbrado a seguir dietas para perder peso que recortan en gran medida el consumo calórico sin centrarse como tal en los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) de los que proceden esas calorías. Esto es un gran error, ya que estas dietas no son para nada recomendables.
Tener en cuenta de dónde provienen las calorías es algo fundamental, y la dieta Atkins modifica en parte la procedencia de estas calorías para no reducir excesivamente la palatabilidad de la dieta y a la vez provocar una pérdida efectiva de grasa.
Índice:
Qué es la dieta Atkins
Sin entrar mucho en detalles, la dieta Atkins fue desarrollada en la década de 1970 por el cardiólogo Robert C. Atkins. Esta dieta consiste principalmente en restringir en gran medida los hidratos de carbono, a la vez que aumentamos la ingesta de grasas y proteínas.
Lo primero que deberíamos saber es que los hidratos de carbono son el macronutriente que más propicia la secreción de insulina. La insulina es una hormona que provoca que las células capten los nutrientes que les proporcionamos a través de la dieta.
Si la insulina es alta y la glucemia o glucosa en sangre es alta, la glucosa entra al interior de las células y puede convertir este exceso de glucosa en triglicéridos, los cuales se acumulan en forma de lo que conocemos comúnmente como grasa.
Sin embargo, la teoría sobre la que se basa la dieta Atkins parte de que "como la ingesta de hidratos de carbono es baja, la secreción de insulina también lo será, y esto favorecerá el metabolismo de las grasas, ya que se fomentará su oxidación para obtener energía y se reducirá su acumulación en el tejido adiposo".
Esta disminución de la secreción de insulina además está asociada con la disminución de la obesidad y de problemas cardíacos, ya que se evitan muchos de los hidratos de carbono excesivamente refinados cuyo consumo excesivo de forma crónica deriva en muchas de estas patologías.
Guía de alimentos de la dieta Atkins
Como podrás intuir, los alimentos que incluye la dieta Atkins son todos aquellos que sean altos en proteínas y/o grasas y bajos en hidratos de carbono. Estos principalmente son todas las carnes (incluyendo la carne que provenga prácticamente de cualquier animal, pues todas ellas son muy bajas en hidratos de carbono), todos los pescados (tanto azules o grasos como blancos o no grasos), el marisco (crustáceos y moluscos), los huevos de gallina y avestruz, la mantequilla, la margarina, los aceites y el queso curado (el queso fresco no está incluido ya que contiene lactosa, un hidrato de carbono compuesto por glucosa y galactosa).
Es cierto que a primera vista puede parecer que los alimentos admitidos son muy pocos, pero la idea de disfrutar de un filete de salmón con salsa de queso roquefort para cenar al mismo tiempo que perdemos peso, puede parecer mucho más atractiva.
De todos modos, algo que debería incluir esta dieta, independientemente de la pérdida de peso que provoque, son los alimentos vegetales, principalmente las frutas y verduras, ya que estas deberían ser la base de nuestra alimentación.
Cómo planificar la dieta Atkins
Si un nutricionista competente analiza tu problema y finalmente se decanta por asignarte una dieta Atkins, podrías seguir un menú como el siguiente (teniendo en cuenta que las cantidades son relativas y dependen de las necesidades individuales de cada persona).
- Desayuno: revuelto de huevos con jamón serrano y cebolla junto con un café solo.
- Almuerzo: gambas al ajillo y sardinas con tomate en conserva.
- Comida: muslos del pollo al horno con ensalada de aguacate.
- Merienda: batido de proteínas de suero de leche o caseína.
- Cena: filete de salmón con salsa de queso roquefort.
Conclusión
Aunque la dieta Atkins puede resultar positiva para corregir ciertos problemas como la obesidad sin causar un efecto rebote, la decisión de comenzar a seguirla debería ser algo que no se tome a la ligera y a ser posible debería ser tomada por un nutricionista tras analizar los problemas secundarios que puede ocasionar en caso de que el paciente sea susceptible a sufrirlos.
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Nuestros artículos están redactados con fines educativos e informativos, jamás deberán tomarse como una consulta médica. Si fuera necesario, en su lugar visite a su médico o a un profesional antes de comenzar a utilizar suplementos o hacer cambios en su dieta.
Escrito por Guille Andreu
