Con motivo del Mes de la Salud Mental 2021 queremos celebrar el impacto positivo que el fitness puede tener en nuestra salud mental. Por ejemplo, el momento en que te pones tus auriculares con esa canción que tanto te gusta, subes el volumen a tope y empiezas a levantar pesas… esa puede ser la vía de escape que necesitas.
La salud mental no es un tabú, y nadie tiene por qué sufrir en silencio. Por eso desde Myprotein nos gusta compartir las historias de personas que han tenido problemas de salud mental y han descubierto formas saludables de mejorar su bienestar.
Amelia Goldsmith sabe muy bien qué es luchar con todas tus fuerzas por algo que quieres. Para superar un trastorno alimentario que padeció durante casi una década, Amelia se embarcó en un viaje para ganar peso, compartiendo cada paso con sus seguidores de Instagram.
Hemos hablado con Amelia para saber qué le hizo empezar este duro viaje y los retos que tuvo que afrontar por el camino mientras fortalecía su cuerpo y su mente gracias al fitness y a la buena alimentación.
Antes del viaje para ganar peso
Amelia siempre fue una niña muy activa desde pequeña, de hecho, ya hacía danza con solo tres años. Siempre ha tenido una complexión delgada, y se sentía presionada tanto por la cultura de la danza como por la gente que la rodeaba para seguir estando así de delgada.
“Creo que el mundo de la danza, la presión que me auto-ejercía y los estándares sociales de los que me rodeaba me hicieron caer en lo que parecía un interminable agujero oscuro de pensamientos negativos relacionados con la dieta, la dismorfia corporal y la constante necesidad de estar delgada y tener un cuerpo de deportista”.Con el paso del tiempo, la presión le pasó factura de una forma bastante aterradora, y no fue hasta el año pasado cuando Amelia se dio cuenta de la gravedad de la situación.
“Tras 7 u 8 años de lucha constante contra los malos pensamientos relacionados con la comida y un incesante conteo/restricción de calorías, llegó el 2020 y con él llegó el COVID, que fue cuando llegué a lo más bajo mental y físicamente".Llegados a este punto, Amelia llevaba ya 8 años sin tener la menstruación y sus amigos ya se empezaban a preocupar de verdad por ella.
"Mi mejor amiga se puso en contacto conmigo un par de veces para preguntarme si estaba bien, lo que me preocupó y me hizo entrar en pánico. Después de unos cuantos comentarios sobre mi peso, empecé a darme cuenta de lo que estaba haciendo y de cómo acabaría si seguía así, lo que no me haría feliz ni estar saludable”.A veces puede ser realmente difícil ver los pensamientos y hábitos poco saludables en uno mismo, y a Amelia le costó mucho verse a sí misma de forma objetiva para reconocer que algo tenía que cambiar.
"De hecho, recuerdo haber hecho un entrenamiento en directo en colaboración con Myprotein en mi Instagram, y recuerdo echar la vista atrás y cuestionarme si realmente estaba tan delgada como parecía en el vídeo. Ese fue uno de los momentos incómodos en los que vi mi talla real y no la que siempre pensé que tenía al mirarme al espejo”.
Fase de cambio
Además de armarse de valor y darse cuenta por ella misma de que tenía que hacer grandes cambios en su vida, Amelia documentó todo su largo viaje hacia el aumento de peso que necesitaba en su cuenta de Instagram.
"Finalmente me armé de valor para aceptar que mi salud era lo primero, lo que significaba ganar peso".Aunque todo viaje tiene sus altibajos, el viaje de Amelia para ganar peso le ha dejado mucho más de lo que pensaba al principio.
"Hay muchos aspectos positivos. He recuperado mi personalidad, que no sabía que había perdido. También he recuperado mi humor; ahora me río mucho más. Me siento muy feliz, con mucha energía y con una piel, un pelo y unas uñas increíblemente mejores. Mi relación con la comida ahora es sorprendentemente normal y liberadora".Sus relaciones con los demás y con ella misma también han mejorado, y ha visto signos evidentes de que su cuerpo ya no solo sobrevive, sino que prospera.
"Mis relaciones con mi familia y mis amigos son mucho más saludables y menos tóxicas. Tengo mucha menos ansiedad, lo que creo que también se debe al aumento de la confianza. Me ha vuelto la menstruación (!!!!), lo que significa que mi cuerpo ya no intenta "sobrevivir", sino que ahora vive feliz. Mi libido ha vuelto, además de mi interés por las relaciones románticas".Al escuchar todos esos aspectos positivos que Amelia ha enumerado, uno se da cuenta de lo mucho que nos jugamos para tener un aspecto determinado y de que, cuando se elimina esa presión, se puede disfrutar mucho más de la vida, que es precisamente lo que le ha pasado a Amelia.
“Por fin se están empezando a cumplir los sueños que he tenido durante años, y creo firmemente que es porque la mentalidad que tenía hacia mi cuerpo, la comida, el ejercicio, las calorías, etc. me estaba frenando en muchos aspectos".
Cómo empezar tu propio viaje para ganar peso
A pesar de los aspectos positivos, ver como tu cuerpo empieza a engordar tras muchos años intentando adelgazar (que es todo lo contrario), puede ser desalentador. Sin embargo, Amelia es la prueba de que merece la pena superar los miedos, en gran parte infundados. De hecho, ha recopilado algunos consejos prácticos para afrontar los retos a los que se ha enfrentado por el camino:
- ¡CONFÍA EN EL PROCESO! Es muy fácil dudar del proceso y de una misma, pero al final todo sale bien.
- La hinchazón es normal. Deja que tu cuerpo digiera los alimentos que le das.
- Si estás incómodamente llena al principio, debes saber que se te pasará. Tu cuerpo y tu apetito se adaptarán, solo tienes que darle tiempo.
- Puede que te cueste aceptar tu cuerpo durante el proceso, pero recuerda que es temporal y que el peso se repartirá uniformemente por todo el cuerpo.
- Céntrate en ti misma y no te preocupes por la gente que te rodea. Sus objetivos no te ayudarán a conseguir los tuyos.
Conclusión
Cuando quieres subir de peso, parece que estás yendo en contra de todo lo que la sociedad dice sobre ser "saludable", pero ahora, al final de su viaje, Amelia es la prueba de que "saludable" es mucho más que tu aspecto.
Rara vez merece la pena intentar estar delgada para cumplir con los estándares de la sociedad, pero, casi con toda seguridad, cuidar el cuerpo que tienes y dar gracias por todas las cosas buenas que puede darte merece mucho más la pena.
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Traducido por Rubén Del Toro
