La sociedad en la que vivimos cada vez nos exige más y más, eso va generando y acumulando estrés saturando a las personas cada vez más. El trabajo, los estudios, la familia, los problemas personales, las deudas, etc. Todos estos problemas por desgracia tan comunes hoy en día a veces llevan a las personas al límite de su capacidad de aguantar, perdiendo en ocasiones la paciencia. Es por eso que cada vez más gente prueba alternativas para poder canalizar todo ese estrés acumulado, como por ejemplo el yoga o la meditación tibetana.
Así es; el estrés del día a día, las presiones sociales, la impotencia que nos genera ver en qué nos estamos convirtiendo, las guerras o el hambre en el mundo, aunque sean problemas mundiales nos afectan a todos y cada uno de los seres humanos de la tierra, y nos afecta más de lo que creemos. Por eso hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para aliviar en la medida de lo posible el estrés, para poder sentirnos mejor y encontrar la paz interior que tanto cuesta encontrar hoy en día, y esos son precisamente los objetivos principales de la meditación tibetana.
Índice:
¿En qué consiste la meditación tibetana?
La meditación no solo consiste en sentarte sobre tus piernas cruzadas con los brazos caídos formando círculos con los dedos y dejando la mente en blanco. La meditación consiste en relajar la mente y controlar y analizar cada uno de nuestros pensamientos, con el fin de poder controlarlos y corregirlos para encontrar la paz interior y un equilibrio mental que nos permita ser plenamente conscientes de la realidad y saber manejarla como es debido.
Dentro de la tradición tibetana budista existen dos tipos de meditación tibetana, "Shamatha" y "Vipassana".
Shamatha
El término Shamatha es una palabra sánscrita que viene a significar tranquilidad o paz.
Vipassana
El término Vipassana recoge las técnicas para conseguir una visión más clara de las cosas, se podría decir que te ayuda a darte cuenta de las cosas con mas claridad.
Para que la meditación tibetana se realice correctamente, se debe iniciar con las técnicas de meditación Shamatha que son las que ayudan a relajar la mente y a guiar la conciencia, ayuda a fomentar las emociones positivas y a expandir nuestra visión de la realidad.
La meditación Shamatha es esencial para pasar al siguiente nivel de meditación, que serían las técnicas de meditación Vipassana. Sin el previo dominio de la meditación Shamatha, es prácticamente imposible conseguir la visión clara, el objetivo principal de la técnica de meditación vipassana.
Cómo realizar la meditación tibetana
Sea cual sea la técnica que vayas a utilizar, siempre se debe iniciar la meditación relajando el cuerpo y la mente. En este punto la respiración es muy importante, empezaremos con respiraciones prolongadas y profundas sintiendo cómo entran a todo nuestro cuerpo y posteriormente respirar de forma normal, concentrando la atención en la respiración y cómo inspiramos y expiramos por la nariz.
Al mismo tiempo hay que relajar la mente y no atender a nuestros estímulos o sensaciones y no hacer caso de nuestros pensamientos, desaparecerán en poco tiempo.
La postura o posición de loto es la postura general de la meditación tibetana en el budismo e hinduismo, pero básicamente hay que encontrar una postura en la que estemos cómodos y con la espalda recta apoyando nuestras manos encima de las rodillas, permitiendo que fluya la respiración.
Alguien que sabe mucho acerca de este tema (a parte de los propios monjes tibetanos) es el gran Wim Hof, que desafía a los elementos de la naturaleza sin ningún tipo de miedo o reparo tan solo con la meditación.
Este superhombre que también recibe el nombre de “The Iceman” asegura que aprendiendo a controlar la mente se puede controlar el cuerpo entero, incluso nuestro propio metabolismo.
Realmente puede parecer ficción, pero es totalmente cierto y Wim Hof lo demuestra cada día, además de poder presumir de haber conseguido la friolera de 26 Récord Guinness hasta la fecha gracias a su inconcebible poder para controlar su cuerpo.
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Escrito por Rubén Del Toro
