La ansiedad afecta cada vez a más gente por infinidad de razones y eso suele tener un efecto perjudicial tanto para nuestro día a día como en la forma en que nos sentimos con nosotros mismos. Controlar los síntomas de la ansiedad con alguna actividad física como el running puede ayudar a mejorar considerablemente tu día a día, y a continuación te explicaremos cómo hacerlo.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una sensación general de malestar, como la preocupación o el miedo. Los síntomas se manifiestan no sólo psicológicamente, sino también fisiológicamente, dando lugar a síntomas como sudoración o temblores que van de leves a graves, dependiendo de la situación y del individuo.
En el ámbito deportivo, los niveles de ansiedad controlada (conocidos como excitación) pueden mejorar el rendimiento, pero llevados al día a día, esos síntomas son molestos y problemáticos.
5 formas en las que el running ayuda a combatir la ansiedad
1. Vitamina D
Obviamente, para aprovechar los beneficios de la vitamina D tendrás que salir a correr al aire libre en lugar de hacerlo en la cinta de andar. Existen vínculos documentados entre la vitamina D y la depresión, e incluso algunos estudios sugieren que la deficiencia de vitamina D puede influir en los trastornos de ansiedad. La falta de vitamina D también puede aumentar los niveles de cortisol, una hormona del estrés, que puede aumentar los síntomas de la ansiedad.
Mantener unos niveles de vitamina D adecuados, tanto a través de la dieta como de la luz solar, es una buena forma de reducir los síntomas de la ansiedad.
2. Reducción del estrés
Las endorfinas, como la dopamina, la serotonina y la norepinefrina, son neurotransmisores químicos que provocan sentimientos positivos y, en algunos casos, sentimientos de euforia (como el subidón de los corredores). En combinación con la reducción del cortisol, estos sentimientos positivos pueden ayudar a controlar los síntomas de la ansiedad.
En particular, el cortisol bloquea los receptores del cuerpo que gestionan la vitamina D, por lo que, si tienes unos niveles de estrés altos, tu cuerpo no podrá aprovechar las fuentes de vitamina D, que a su vez contribuye aún más a los síntomas de la ansiedad.
3. Mejora del sueño
Correr puede mejorar la calidad y la cantidad del sueño induciendo una mayor fatiga y estimulando la liberación de neurotransmisores como la serotonina, que es la responsable de facilitar las fases REM del sueño. Dormir lo suficiente y de buena calidad ayuda a estabilizar el equilibrio hormonal, lo que a su vez puede ayudar a gestionar y reducir los síntomas de la ansiedad.
4. Socializar
Muchos estudios respaldan que socializar puede ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad y también a aumentar la autoconfianza. Apuntarse a un club/equipo o utilizar aplicaciones como Strava para encontrar corredores con tus mismos objetivos son las mejores formas de socializar en el mundo del running.
5. Lucha o huida
La ansiedad es un mecanismo de la mente preparándonos para una situación de lucha o huida, pero el problema es que las situaciones que nos producen ansiedad no suelen ser las apropiadas para esto. El ejercicio físico activa las regiones del cerebro responsables de la función ejecutiva, lo que ayuda a detectar las amenazas reales o imaginarias a la supervivencia que estimulan la respuesta de lucha o huida.
Por lo tanto, el running es un método eficaz para ayudar al cerebro a procesar este tipo de información de forma más efectiva, reduciendo la prevalencia de la ansiedad y ese tipo de síntomas ante las situaciones cotidianas del día a día.
Cómo empezar
El mero hecho de pensarlo ya es un primer paso, así que, a continuación te explicamos cómo empezar:
Márcate objetivos realistas
No hay nada peor que no conseguir tus objetivos. Es muy desmotivador. Si te fijas un objetivo realista, es muy probable que evites esa sensación de fracaso de no conseguir algo que realmente está fuera de tu alcance. No esperes batir el récord mundial de carrera de 5 kilómetros en una semana. Tómatelo con calma y disfruta de tus progresos. Esto te hará sentir muy bien.
Empieza despacio
No intentes conseguir tu objetivo el primer día, porque solo conseguirás cansarte demasiado (además de una posible lesión) y seguramente no lo conseguirás. Empieza caminando si es necesario y ve aumentando el ritmo y la distancia cada día, pero no descuides tus días de descanso.
Calentamiento
Con un buen calentamiento prepararás tu cuerpo para el ejercicio y reducirás el riesgo de lesiones. De hecho, el calentamiento es esencial antes de hacer cualquier tipo de ejercicio para reducir el riesgo de posibles lesiones y las secuelas propias del ejercicio. Por los mismos motivos, también puede ser recomendable realizar un buen enfriamiento.
No olvides estirar
Independientemente del ejercicio que se realice, también se recomienda estirar. Si tienes tiempo, te recomendamos que practiques yoga. Realizar estiramientos antes del ejercicio ayudará a mejorar la flexibilidad, al bienestar general y a reducir la rigidez muscular en el día a día. Si experimentas DOMS (dolor muscular de aparición tardía), los estiramientos pueden reducir sus síntomas, lo que significa que podrás subir y bajar las escaleras mucho más fácilmente.
Corre donde más te guste
Cada persona siente el running de una forma totalmente diferente. Por ejemplo, hay a quien le gusta subirse a la cinta de correr desde la comodidad de su casa o en el gimnasio rodeado de más gente haciendo lo mismo; pero, por otra parte, correr al aire libre puede tener un efecto increíble en tu bienestar mental mientras disfrutas de las vistas y de la luz natural del sol, y además puedes ponerte los auriculares con tu música favorita.
Conclusión
El running es un método efectivo y saludable de controlar los síntomas de la ansiedad. Aunque no es una cura, aprender a gestionar mejor los síntomas puede ser beneficioso para el día a día, por lo tanto, merece la pena probarlo.
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Traducido por Rubén Del Toro