La importancia de la técnica de los ejercicios

Como dijo el filósofo Séneca, “nadie nace sabiendo”, lo que significa que las cosas se aprenden con el tiempo y la experiencia. Esto se aplica especialmente al gimnasio, ya que es muy común sucumbir a los malos hábitos de entrenamiento ya sea por falta de conocimientos o por facilidad o prisas. Para que no te ocurra a ti, te vamos a explicar qué es la técnica de los ejercicios y cómo mejorarla en el caso de que lo necesites.

Índice:

• ¿Qué es la técnica de los ejercicios?
• La importancia de la técnica de los ejercicios
• Indicadores de una mala técnica de entrenamiento
• ¿Cómo mejorar la técnica de los ejercicios?

¿Qué es la técnica de los ejercicios?

Básicamente, la técnica de los ejercicios es la forma que tenemos de hacer los ejercicios, que debe ser la correcta para evitar posibles lesiones. A veces puede ser muy tentador levantar pesos más altos que tus compañeros y superar tus marcas personales lo más rápido posible, pero es muy probable que eso comprometa tu técnica y aumente el riesgo de lesiones.

Así que, en lugar de levantar pesos por encima de tus posibilidades para presumir ante tus compañeros de entrenamiento, debes preocuparte de aprender la ejecución correcta de los ejercicios y cuidar la técnica al máximo para sacar el mayor provecho a tus entrenamientos y, sobre todo, evitar lesiones que puedan apartarte de tu hobby.

La importancia de la técnica de los ejercicios

Además de ayudar a evitar lesiones, respetar la técnica correcta de los ejercicios puede tener muchos beneficios a corto y largo plazo. A continuación, veremos seis razones por las que deberías preocuparte de aprender o mejorar la técnica y la ejecución de los ejercicios.

Evitar lesiones

Se supone que el ejercicio físico, en especial el levantamiento de pesas, tiene el propósito de llevar a tus músculos y a tu cuerpo en general al límite de sus capacidades, pero eso no quiere decir que tenga que ser doloroso o que te arriesgues cada día a lesionarte durante los entrenamientos. Si te preocupas por aprender y respetar la ejecución estricta de los ejercicios, podrás aumentar la intensidad de tus entrenamientos progresivamente sin riesgo de lesiones.

Aprovechar al máximo los entrenamientos

Respetar la técnica y la ejecución correctas de los ejercicios te permite trabajar cada músculo al máximo de su potencial y sacar el máximo partido de cada entrenamiento.

Conseguir tus objetivos más rápido

El propósito de una buena técnica es hacer que tus músculos trabajen al límite de sus posibilidades, lo que te permite progresar más rápido y conseguir mejores adaptaciones musculares. Una mayor progresión y adaptación muscular se traduce en un mejor rendimiento y, por lo tanto, te permitirá conseguir tus objetivos más rápido.

Ahorrar energía

Aunque pueda parecer irrelevante en este sentido, cuando se mueven pesos considerables o se realizan entrenamientos más largos e intensos, la técnica puede facilitar mucho las cosas. Una técnica correcta hace que tu cuerpo sea más eficiente, lo que significa que puedes trabajar más duro durante más tiempo y gestionar mejor tu energía.

Respirar correctamente

La respiración también es muy importante durante el ejercicio para que los músculos reciban suficiente oxígeno, y emplear una técnica estricta durante los ejercicios puede ayudarte a conseguirlo.

Mejorar los hábitos cotidianos

Aprender la técnica correcta de los ejercicios ayuda a crear mejores hábitos de entrenamiento que puedes trasladar a la vida cotidiana, lo que puede ayudarte a prevenir lesiones o accidentes. Por ejemplo, si tienes que levantar unas cajas pesadas en el trabajo, sabrás hacerlo mejor gracias a tus buenos hábitos de entrenamiento.

Indicadores de una mala técnica de entrenamiento

El primer paso para saber si nuestra técnica no es la correcta es saber escuchar al cuerpo. Si crees que algo no va bien o directamente te duele alguna parte del cuerpo durante un ejercicio, lo más probable es que tu técnica no sea la correcta. Confía en tu cuerpo y en tus sensaciones. Si sientes dolor, para tu entrenamiento y tómate un descanso para revisar tu técnica mentalmente, o puedes pedir ayuda a un compañero o monitor de sala para que te echen un vistazo.

Si te estás esforzando mucho en el gimnasio cada día pero no ves apenas progresos, o si no consigues levantar más peso que cuando empezaste, puede que estés haciendo mal los ejercicios.

Hay otras formas de saber si tu técnica es la correcta o si tienes que mejorarla. Por ejemplo, si no consigues una buena conexión mente-músculo, si antepones la cantidad a la calidad o si te has estancado en un mismo peso y no consigues progresar, todos estos son indicadores de una mala técnica de entrenamiento

¿Cómo mejorar la técnica de los ejercicios?

Si no sabes qué hacer para perfeccionar tu técnica, los siguientes consejos pueden ayudarte a conseguirlo:

Entrenar con un compañero

Tener un compañero de entrenamiento puede ser una muy buena forma de controlarte y asegurarte de que estás haciendo bien los ejercicios.

Habla con un entrenador personal

Si necesitas más ayuda, puedes hablar con un entrenador personal e incluso contratar una clase privada con él para que te guíe y te de algunos consejos útiles.

Grábate a ti mismo

Si no puedes entrenar con un compañero ni hablar con un entrenador personal, prueba a grabarte en vídeo mientras entrenas y revísalo después. Puedes buscar vídeos de expertos en Internet que te sirvan como guía para compararlos con los tuyos.

Anteponer la calidad sobre la cantidad

Puede ser muy tentador entrenar más rápido, hacer muchas repeticiones o levantar mucho peso, pero es mejor hacer las cosas bien y bajar el ritmo. Preocúpate de hacer los ejercicios con la técnica perfecta, aunque hagas menos repeticiones. Si ves que no puedes mantener la técnica perfecta, para y baja el peso. A medida que tu cuerpo se adapte, podrás aumentar el número de repeticiones y el peso.

Buscar la conexión mente-músculo

Para conseguir una buena conexión mente-músculo, tienes que pensar en los músculos que estás trabajando. Si te concentras en el músculo que estás trabajando, lo trabajarás con mayor eficacia.

Conclusión

Preocuparte de aprender o mejorar la técnica puede aportar muchos beneficios a tus entrenamientos. Además de reducir el riesgo de lesiones, puede ayudarte a conseguir resultados más rápido, entrenar más duro y hacer que tu entrenamiento sea más eficaz.

Por lo tanto, tómate un tiempo para pensar cómo puedes mejorar tu técnica, ya sea hablando con un entrenador personal, grabándote mientras entrenas o pidiendo a un compañero que te eche un vistazo. De esta forma, podrás sacar el máximo partido a tus entrenamientos y conseguir tus objetivos más rápido.