Si te encuentras en una etapa en la que estás modificando tu estilo de vida, mejorando tu entrenamiento y adaptando tu alimentación y descanso para alcanzar lo antes posible tus objetivos, es muy importante que evites el consumo de alcohol, ya que las calorías vacías extras que te aportan, sumado al resto de consecuencias negativas, puede tirar por tierra todo el esfuerzo realizado durante la semana. A continuación, te explicamos cómo puede afectar el exceso de alcohol al desarrollo muscular.
Reduce la síntesis de proteínas
Si eres principiante en el mundo del fitness, ya habrás aprendido que la proteína resulta determinante para que la musculatura se recupere y desarrolle correctamente. Pues bien, también has de tener en cuenta que el etanol, presente en todas las bebidas alcohólicas, impide que el organismo sintetice la proteína consumida y este es el mayor de los problemas que origina el consumo de alcohol.
Nuestra absorción de proteína se verá gravemente afectada con el consumo de alcohol; pero, además de frenar el crecimiento, también perjudica la recuperación, ya que menos proteína se encargará de reparar el tejido muscular. Por lo tanto, tan importante es consumir los gramos necesarios de proteína, como que tu cuerpo la sintetice correctamente.
Favorece la deshidratación
Con la ingesta de alcohol, el cuerpo debe hacer un sobreesfuerzo para metabolizar el etanol consumido y este proceso consume una gran cantidad de agua metabólica necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, además actúa como diurético, por lo que favorece la deshidratación.
Castigar al cuerpo de esta manera pueda dar lugar a fuertes dolores de cabeza, sequedad bucal o calambres musculares. Si sabes que vas a beber, intenta consumir un par de litros de agua extra el día de antes y el de después para reducir sus consecuencias.
Aumento de la grasa abdominal
El alcohol contiene 7 calorías por gramo y, sumado a los refrescos azucarados, es imposible no sobrepasar las calorías permitidas. Lo peor de todo es que son calorías vacías, es decir, no aportan ningún nutriente, por lo que todas las calorías serán acumuladas como grasa. Puedes reducir los efectos calóricos del alcohol tomando cerveza sin alcohol o utilizando refrescos sin azúcar.
Afecta a la producción de hormonas
Las hormonas presentes en nuestro cuerpo desempeñan un papel muy importante, tanto si tu objetivo es ganar músculo como perder grasa, por lo que necesitarás tener unos niveles óptimos de hormonas. Cuando se consume alcohol se producen los siguientes efectos hormonales negativos:
Disminución de la testosterona, hormona que influye en la pérdida de grasa, además de ser la principal hormona anabólica, lo que significa que juega un papel importante en el proceso de construcción muscular. Si la producción de testosterona se encuentra obstaculizada, el aumento del músculo también se verá afectado negativamente.
Aumento de estrógenos, lo cual no es ideal para los hombres.
Por lo tanto, si estás privándote de hábitos que solo conseguían perjudicar tu salud, no olvides reducir o eliminar el consumo excesivo de alcohol. Esto no significa que no te puedas tomar una cerveza de vez en cuando, solo que las salidas de los fines de semana en las que te excedes de copas se reduzcan a ocasiones realmente especiales, o de lo contrario, acabarás arruinando tu progreso deportivo.
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Escrito por Aitor Ferrón