Los Cordyceps Sinensis son hongos muy valorados y utilizados en la medicina tradicional China como remedio popular por sus propiedades que mejoran la vida y aumentan la energía.
Los Cordyceps crecen en Asia de forma silvestre en las altas mesetas, a más de 3.800 metros de altura. Durante el invierno invaden el cuerpo de algunos insectos, normalmente orugas, mientras hibernan y ya en la primavera el hongo empieza a crecer unido al cuerpo momificado de la oruga.
Pese a ser un poco desagradable la manera en la que este hongo se desarrolla, la medicina oriental tradicional lo aprecia más por sus propiedades que por su rareza.
Cuando los Cordyceps se cultivan para fabricar suplementos nutricionales, son cultivos ecológicos en los que no se suelen utilizan los nutrientes de los insectos, por lo que son aptos para vegetarianos y veganos.
¿Para qué sirve el hongo Cordyceps?
Desde que los pastores observaron hace mucho tiempo que su ganado después de comer el “pasto marrón” se mostraba más fuerte y robusto, incluso tan vigorosos como en la época de celo descubrieron que la hierba marrón no era hierba y se empezaron a utilizar para mejorar la vitalidad y la capacidad reproductiva del ganado.
Su uso tradicional para las personas se ha utilizado para aumentar la capacidad física y mental, como afrodisíaco y vigorizante, como reconstituyente, regulador del sistema inmune y como antioxidante.
Se consideran adaptógenos, esto quiere decir que estos hongos pueden ayudar al cuerpo a adaptarse a su entorno provocando cambios mínimos en las capacidades fisiológicas sin resultar tóxicos.
No hablamos de un dopante natural, sino que su consumo incrementa la resistencia del organismo a las influencias adversas.
Los Cordyceps contienen minerales, vitaminas, aminoácidos, ácidos orgánicos, polisacáridos y proteínas. Sus principales compuestos activos son el ácido cordicéptico, el ácido glutámico y la cordicepina.
Ha sido la excepcional capacidad del hongo Cordyceps para aumentar el rendimiento físico lo que ha hecho que se empiece a considerar este hongo de uso milenario como ingrediente para la suplementación deportiva en la fabricación de suplementos.
Beneficios y propiedades de los Cordyceps
1. Fortalece el sistema inmune
Sus componentes actúan fortaleciendo el sistema inmune aumentando nuestras defensas y protegiéndonos contra bacterias y virus.
2. Potente afrodisíaco
Mejora la circulación sanguínea, por lo que también es aconsejable si padeces mala circulación. Estimula el riego sanguíneo en los genitales.
3. Mejora la resistencia y la energía
Su consumo aumenta la energía y la fuerza porque mejora la utilización de oxígeno en el cuerpo. También reduce la fatiga y mejora el estado del ánimo. Es muy recomendable para personas con fibromialgia.
“Se dice que el secreto mejor guardado de la longevidad asiática son los Cordyceps.”
¿Por qué el hongo Cordyceps es ideal para deportistas?
Todos los beneficios y propiedades del hongo Cordyceps que hemos enumerado hasta ahora son razones suficientes para que cualquiera empiece a consumirlo, pero especialmente los deportistas por el desgaste y esfuerzo físico que supone el entrenamiento diario.
El consumo de Cordyceps aumenta los niveles de testosterona y las propiedades anabólicas de la testosterona estimulan la producción de músculo. Además, aumenta la energía y la fuerza por lo que resulta muy adecuado para las sesiones de entrenamiento y para los deportistas profesionales en época de competición.
Conclusión
El hongo Cordyceps despierta cada vez más interés en el ámbito científico por los sorprendentes resultados de numerosos estudios. Sus compuestos activos aumentan la energía y la fuerza de forma completamente natural.
Nuestros artículos están redactados con fines educativos e informativos, jamás deberán tomarse como una consulta médica. Si fuera necesario, en su lugar visite a su médico o a un profesional antes de comenzar a utilizar suplementos o hacer cambios en su dieta.
Carlos Illana Esteban. Cordyceps sinensis, un hongo usado en la medicina tradicional china. Rev Iberoam Micol 2007; 24: 259-262.
Escrito por Vanessa Ricarte