Las semillas de calabaza, también conocidas como pepitas o pipas de calabaza, son unas semillas con un alto aporte proteico y, además de proteínas, nos aportan ácidos grasos esenciales, hierro, fibra y antioxidantes.
Índice:
Beneficios de las semillas de calabaza
Solemos comer las pipas de calabaza como snack, al igual que hacemos con las pipas de girasol, pero son tantos los beneficios que ofrecen que con un simple gesto estaremos contribuyendo a mejorar muchas dolencias. No hay que hacer nada especial para preparar las semillas de calabaza, ya que son eso, semillas y simplemente hay que acostumbrarse a añadirlas a nuestros platos y que ellas trabajen en nuestro organismo.
Poseen una amplia variedad de minerales como magnesio, manganeso, zinc y fósforo, y compuestos vegetales como fitoesteroles. Una ventaja es que no necesitan conservarse de forma especial ni requieren refrigeración.
Sigue siendo común que mucha gente deseche las pepitas cuando utiliza la calabaza para preparar alguna comida, pero como veremos a continuación, es un error debido a sus muchos beneficios y propiedades.
Combaten la retención de líquidos
El bajo contenido en sodio de las semillas de calabaza le otorgan una suave acción diurética que favorece la micción.
Alivian el síndrome pre menstrual
Al ser ricas en ácidos grasos esenciales omega 3 y 6 y antioxidantes, tienen acción antiinflamatoria que mejora los síntomas del síndrome premenstrual como la sensibilidad o tensión mamaria, la hinchazón y la retención de líquidos.
Mejoran problemas cutáneos
El zinc que contienen ayuda a regular la formación de sebo. Los betacarotenos, la vitamina E y los antioxidantes cuidan y protegen la piel frente al envejecimiento y el sol.
Alivio de molestias estomacales
En casos de estreñimiento o malestares estomacales, ayudan regulando el tránsito intestinal.
Regulan el sistema nervioso e inmune
El zinc fortalece y regula el sistema inmune y el L-triptófano puede mejorar el estado de ánimo y ayuda a conciliar el sueño.
Cómo tomarlas
Semillas
La forma más común de consumirlas es en su estado natural, es decir, en forma de semilla/pepita. De esta forma se pueden utilizar de muchísimas formas, como por ejemplo en yogures, gachas de avena, batidos, sopas o trocearlas y añadirlas a salsas, preparar flapjacks, etc.
Si sueles utilizar la calabaza entera para cocinar, puedes dejar secar las pepitas y guardarlas en un bote de cristal para conservarlas mejor e ir comiéndolas como tentempié entre horas o para añadirlas a las comidas.
Si eres de esas personas a las que les encanta comer pipas viendo una película o su serie favorita, en lugar de las pipas de girasol, prueba la próxima vez las pipas de calabaza.
Aceite
No es un aceite para freír, es para usar crudo y añadir a platos preparados, ensaladas, sopas, batidos o directamente tomar una cucharada. El aceite de semillas de calabaza es muy valorado por los beneficios que ofrece.
Harina
Una forma muy cómoda de beneficiarte de las propiedades de las semillas de calabaza es consumirlas en forma de harina. Puedes hacer tortitas, bizcochos o cualquier receta que se te ocurra, y también puedes añadir la harina a sopas o cremas, incluso para preparar salsas o directamente hacerte una infusión de semillas de calabaza.
Conclusión
Sea cual sea la forma en que prefieras consumir las semillas de calabaza, vale la pena introducirlas en tu dieta para aprovechar sus muchos beneficios y propiedades.
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Nuestros artículos están redactados con fines educativos e informativos, jamás deberán tomarse como una consulta médica. Si fuera necesario, en su lugar visite a su médico o a un profesional antes de comenzar a utilizar suplementos o hacer cambios en su dieta.
Escrito por Vanessa Ricarte
