¿Te suena el nombre de D-Ribosa? Si te suena a chino, no te preocupes. A continuación, te voy a contar qué es la D-Ribosa, cuáles son sus beneficios, para qué sirve, cómo tomarla, si es útil, etc.
Índice:
- ¿Qué es la D-Ribosa?
- Para qué sirve
- ¿Qué papel juega la D-Ribosa en todo este proceso?
- Cómo tomarla y dosis
¿Qué es la D-Ribosa?
La D-Ribosa no es ni más ni menos que un hidrato de carbono simple que fabrica nuestro propio organismo.
Entonces, si lo produce mi propio organismo ¿para qué lo voy a tomar yo en forma de suplemento? Espera y sigue leyendo, todavía te queda mucho por descubrir.
Todas las células en el organismo pueden beneficiarse de la ribosa con excepción del hígado, la corteza adrenal, el tejido mamario y el tejido adiposo, ya que sus tejidos son capaces de fabricar toda la ribosa que precisen.
Lo que no pueden hacer es fabricar la ribosa y transportarla a otros tejidos que carecen de la maquinaria metabólica para fabricar rápidamente ribosa cuando es necesario restaurar los niveles de energía celular.
Para qué sirve
Quizás la característica que más nos interesa sobre la D-Ribosa es que desempeña un papel bastante importante en la regulación de la síntesis de energía.
La gran mayoría de los tejidos del organismo, incluido el corazón, son incapaces de producir ribosa con la rapidez suficiente como para restaurar los niveles de energía una vez que éstos han sido disminuidos rápidamente.
Y es que, la D-Ribosa es uno de los principales componentes de la adenosina trifosfato (ATP), un nucleósido encargado de suministrar energía a tus células. ¿Te suena más este último compuesto? Seguro que has oído hablar alguna vez del ATP, ¿verdad?
El ATP (junto con la fosfocreatina), para que te hagas una idea, es lo que da a Usain Bolt en una carrera de 100 metros lisos la energía necesaria para completarla. O sea, el ATP es la fuente de energía predominante en esfuerzos de alta intensidad y corta duración, tales como un sprint, un levantamiento pesado en halterofilia, un salto, HIIT, etc.
El ATP se agota rápidamente ya que sus depósitos no son muy elevados, de ahí que sea constantemente renovado y resintetizado.
¿Qué sucede por ejemplo cuando alargamos un ejercicio de alta intensidad en el tiempo? Que nuestro rendimiento decrece rápidamente.
Por ejemplo, si realizas series de sprints de 100 m, verás como vas tardando cada vez más y más tiempo en completar los 100 metros, ya que tus niveles de ATP y fosfocreatina están cada vez más bajos.
¿Qué papel juega la D-Ribosa en todo este proceso?
Este componente ayuda a reponer rápidamente los depósitos de ATP, por lo que nos permitirá que nuestro rendimiento no decrezca.
Además de ayudar a reconstituir rápidamente las reservas de energía agotadas, la D-Ribosa podría ser especialmente beneficiosa para las personas con problemas cardíacos u otros caracterizados por una alteración en la producción de energía.
Por último, como te habrás imaginado, si nos permite aumentar los depósitos de ATP, por ende nos permitirá reducir la fatiga que nos produce el entrenamiento.
Si practicas HIIT, realizas series de velocidad o te preparas para unas oposiciones, tu objetivo es el aumento de la fuerza y suplementarse con D-Ribosa puede ser una opción más que interesante. Dicho lo cual, debes hacer un uso responsable de esta sustancia, ya que tiene algunos posibles efectos secundarios.
Por ejemplo las mujeres embarazadas y las que están dando de mamar deben evitar la D-Ribosa, al igual que las personas con gota, ya que puede aumentar los niveles de ácido úrico.
Se sabe que ingerir 10 o más gramos con el estómago vacío puede producir hipoglucemia transitoria, por lo que debes controlar las cantidades (especialmente si eres diabético).
Cómo tomarla y dosis
De forma general, podemos decir que la mejor manera de tomar este suplemento es unos 30 minutos antes de entrenar, consumiendo entre 6 g y 10 g. Aunque, dependiendo de la duración de tus sesiones deportivas y el ejercicio físico que vayas a realizar, la forma de administración puede cambiar.
Por ejemplo, si vas a entrenar HIIT durante una hora y media o dos horas, lo ideal sería tomar 6 g unos treinta minutos antes de empezar a ejercitarte y otros 6 g cuando estés en la mitad de la sesión de entrenamiento.
Lo mismo sucede si vas a realizar un entrenamiento típico con pesas durante más de hora y media.
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Escrito por Francisco Fidalgo