Con la llegada del verano, a muchos les han entrado las prisas de golpe por quemar grasa, por eso recurren a los termogénicos para conseguirlo más rápido.
Me atrevo a decir que el objetivo del 70% de los usuarios asiduos al gimnasio en estos momentos es quemar grasa. Y es que para poder lucir nuestro cuerpo fitness en la playa, la quema de grasas es fundamental.
En este artículo vamos a hablar de un tipo de suplemento al que mucha gente acude: los termogénicos.
Cómo quemar grasa
Mucha gente empieza la casa por el tejado, es decir lo primero que hace para perder grasa es acudir a los termogénicos, lo cual es un grave error.
Estos suplementos son la guinda del pastel, es decir son el último eslabón dentro de una planificación correcta y adaptada a cada persona para perder grasa.
Dicho esto, lo primero que tendríamos que hacer es calcular nuestro gasto energético total diario. Ya hemos hablado sobre este tema en otros artículos, por lo que no me pararé mucho.
Una vez que tenemos calculado nuestro GET, le restamos 500 calorías. Elegimos unos porcentajes para nuestros macronutrientes.
Aquí habrá personas que les guste más una dieta baja en carbohidratos y personas que prefieran una dieta baja en grasas pero lo que debemos tener claro es que debemos consumir 2g/kg de proteínas. ¿Por qué?
Porque con esta cantidad nos aseguramos preservar la mayor masa muscular posible (esa que tanto nos ha costado ganar durante el invierno en el gimnasio).
Una vez que tengamos establecidos estos parámetros, es importante recordar que cada semana debemos ir recortando las calorías (70 – 140 calorías) para evitar que entremos en dieta normocalórica o incluso hipercalórica.
Esto se debe a que nuestro metabolismo se va ralentizando y si seguimos consumiendo las mismas calorías llegará un momento en que no estaremos en déficit calórico.
Siguiente aspecto: el entrenamiento. ¡No te obsesiones con el cardio! Mucha gente asocia perder peso o grasa con cardio: ERROR. El entrenamiento con pesas tiene que ser la base de tu rutina de entrenamiento.
No te voy a decir que entrenes 2, 3, 4 o 5 días porque esto depende del tiempo libre de cada persona, del nivel de forma física de cada uno y de su experiencia en el gimnasio.
Lo que sí te voy a recomendar es que los ejercicios multiarticulares copen el 80 – 90% de tu entreno de pesas, ya que estos ejercicios provocan un mayor gasto energético.
Piénsalo: 4 series de sentadillas quemarán más calorías que 4 series de curl de bíceps. Tiene lógica, ¿Verdad?.
Ten en cuenta que por un lado estás ejercitando en mayor o menor medida los cuádriceps, bíceps femoral, isquiotibiales, abductores, aductores y gemelos, mientras que al realizar el curl de bíceps ejercitas únicamente los bíceps (un músculo muy pequeño).
¿Entonces realizo cardio o no? Sí, puedes realizarlo. Mi consejo es que no sea la base de tu entrenamiento y que alternes entre HIIT y LISS.
Además nuestro cuerpo se adapta rápidamente al ejercicio cardiovascular aeróbico extensivo, o lo que es lo mismo, a andar en la cinta, correr a baja intensidad o montar en bici a una intensidad leve.
Por ello, no conviene introducirlo desde el primer día que comienzas con tu dieta para perder grasa, sino que lo ideal es “gastar esta bala” cuando empieces a estancarte.
Por otro lado también puedes introducir un tipo de entrenamiento que se está poniendo muy de moda, el entrenamiento metabólico o también conocido como Metcon (acondicionamiento metabólico).
El metcon es un entrenamiento de alta intensidad que se caracteriza por tener como objetivo principal el gasto de energía.
Dentro de esta forma de entrenamiento encontramos diferentes protocolos como:
- Método Tabata
- Método Wingate: 4 – 6 series de 30 segundos con 4 minutos de descanso entre series.
- Método Gillens: 10 series al 90% de la frecuencia cardíaca máxima con 1 minuto de descanso entre series.
Muchos entrenamientos de HIIT se basan en esta forma de entrenamiento realizando series de ejercicios sin apenas descanso entre unas otras.
Ya tenemos todo: Dieta + entrenamiento. Ahora nos falta la última herramienta para conseguir nuestro objetivo: Los suplementos termogénicos.
Suplementos termogénicos
Llegamos al quid de la cuestión: los termogénicos. Estos productos suelen llevar componentes estimulantes (cafeína, extracto de té verde, taurina…), por lo que si de por sí eres una persona muy nerviosa o eres de los que se bebe un café y no puede parar de moverse en las siguientes horas, ojito.
Si este es tu caso, ¿puedes tomar termogénicos? Sí, pero deberás empezar con dosis inferiores a las que te recomiende el fabricante y adaptarla a tus características.
Lo mismo sucederá con personas que son capaces de beberse 5 cafés y quedarse dormidos (como es mi caso), que tendrán que tomar una dosis superior a la recomendada por el fabricante.
Además de estos componentes mencionados, según la marca, nos encontraremos con otros ingredientes que pueden ayudar a reducir el apetito, acelerar el metabolismo, aumentar la temperatura corporal, facilitar la oxidación de grasas…
¿Funcionan los termogénicos?
Está científicamente probado que sustancias como la cafeína ayudan a oxidar las grasas y que algunas otras como el té verde pueden ayudar también en este sentido, por lo que podemos decir que por norma general sí funcionan.
Ahora, no son milagrosos. El error de muchas personas es pensar que tomando estos suplementos van a conseguir quemar grasa sin llevar una alimentación adecuada y un entrenamiento bien planificado. Que quede claro: los termogénicos ayudan pero no son milagrosos.
Cuando tengas tu dieta bien planificada y tu entrenamiento programado, entonces compra un termogénico de calidad como Thermopure de Myprotein.
¿Cuándo tomarlos?
Lo ideal es tomarlo unos 30 minutos antes de tu entrenamiento para aprovechar el extra de energía que te darán sus componentes.
No tiene ningún sentido tomarte dos cápsulas y sentarte en el sofá a ver la tele, primero porque desperdicias su efecto estimulante y segundo porque si como hemos dicho anteriormente, eres muy sensible a las sustancias estimulantes, vas a estar en el sillón dando saltos.
Si entrenas cerca de la noche y te vas a acostar dos o tres horas después de entrenar, ten cuidado porque quizás te cueste conciliar el sueño.
Nuestros artículos están redactados con fines educativos e informativos, jamás deberán tomarse como una consulta médica. Si fuera necesario, en su lugar visite a su médico o a un profesional antes de comenzar a utilizar suplementos o hacer cambios en su dieta.
Escrito por Francisco Fidalgo